KAMASUTRA GAY: EL MISIONERO

Esta postura copia la clásica pose del Kamasutra Hétero, pero con la diferencia de que, como el ano no está adelante como la vagina, el pasivo debe subir las piernas y cruzarlas sobre la espalda del activo para conseguir el acople.

Lo delicioso de esta postura, además del gran ángulo de penetración que ofrece, es la cercanía frontal entre activo y pasivo que permite besarse y abrazarse sin mayores complicaciones. Además se puede disfrutar de la cara de tu pareja durante el coito.

La penetración es profunda y el pasivo puede mantener cierto control del ritmo impulsando al activo con las piernas. Además tiene la ventaja de que el activo puede masturbar a su compañero y en casos de suficiente flexibilidad en la espalda hasta puede lograr chupársela al tiempo que lo penetra y luego… ay Dios, ya me calenté J… recomendadísima.

– Jorge

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Autor: crestrepo

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