Chistes Gay: Se ríen de nosotros o con nosotros? Pte. 1
Alguna vez oyeron hablar de algo llamado “Discriminación positiva”?… bueno pues, yo la verdad no tenía idea de lo que era, hasta que empecé a padecerla hace unos meses por cuenta de mi tía Ignacia, la solterona de la familia, a la que acompaño de vez en cuando a sus reuniones y eventos de la empresa.
Para los que no la conocen, la tía ‘Nacha’ (como le decimos de cariño), es una especie de hippie buena onda, que apoya a los anti-taurinos, juega bingo los domingos y toca guitarra en cuanta fiesta familiar se hace en la casa. Cómo nunca se casó, suele pedirme que la acompañe a sus eventos sociales y cuando entramos al lugar, sin importar cuantas personas se encuentren allí, ella sonríe, me señala y dice: “Hola chicos, este es Jorge, mi sobrino… y es gay… pero yo no tengo ningún problema con eso” (Carita feliz)
La primera vez que me la hizo casi la mato, pero luego descubrí que no lo hace de mala leche, es su manera de mostrarse ante el mundo como una mujer liberal que sería capaz de pelear en serio por defender mis derechos. De nada vale que le explique que yo, antes que gay, soy mil cosas más que podría mencionar al presentarme, pero ella siempre evade mis argumentos diciendo: “Sobri, nunca sientas vergüenza de esconder lo que eres”.
Para ser honestos la cosa nunca me trajo mayores problemas… hasta ayer, cuando en la fiesta de cumpleaños de su jefa y luego de su acostumbrada presentación, uno de los que estaba en la mesa dijo: “Jorgito, apuesto a que te sabes algún chiste de maricas; por qué no te cuentas uno?”… el tipo lo dijo en buen plan, pero yo no me sabía ninguno y, ante mi incómodo silencio, comenzó él contando un chiste que reventó de risa a todos menos a mí.
Dispuesto a no rendirme y darles el gusto de verme afectado, soporté la lluvia de chistes de ‘locas’ lo mejor que pude y al final, me quedó la sensación de que esa gente, más que odiar a los gays, se reía del absurdo, de estereotipos que francamente sólo existen en su cabeza y que ellos saben que es así. Luego de un rato, cuando los chistes pararon, contraataqué con uno o dos chistes ‘anti-héteros’ que me sabía. Creo que conté ese machista de: “Había una vez una mujer tan bruta, pero tan bruta… que las demás se dieron cuenta” y otro más que hizo que todos rieron igual que con los chistes sobre gays.
Al final el incómodo momento pasó rápido, y creo que no estuvo mal el haberme quedado y reír con ellos un rato, sacando partido de los estereotipos tanto héteros como gays. Ayudo por supuesto que ninguno de los presente realizó comentarios homofóbicos.
Ustedes que habrían hecho en mi lugar? Se hubieran ido o le hubieran puesto buena cara a los chistes?… mientras me llegan sus comentarios, iré preparando la segunda parte de este post, con una recopilación de los chistes que me contaron esa noche, a lo mejor ustedes se saben otros igual o más graciosos.
– Jorge
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