Me vestí de mujer y me sentí admirado, completo

Su vida no ha sido fácil, a sus 46 años de vida es uno de los travestis vivos con más carrera en México.  Sobreviviente de la llegada del SIDA a México, de bailar y dar espectáculos en todos los antros y discotecas de esta ciudad, la Conicci nos platica lo que ha sido crecer como empresario y con una firme relación de pareja, dejando atrás años de historia de glamour, discotecas, prostitución, drogas y lucha por defenderse en esta sociedad mexicana.

“Cuando me descubrí como homosexual, siempre quise huir, no era digno ser hombre de esa manera, no sabía cuánto tiempo podía sobrellevar vivir así frente a mi familia.  Entonces un día me vestí de mujer y me sentí admirado, guapo, por eso me gustó vestirme de mujer, alimentó verdaderamente mi alma y encontré esa forma de expresarme mejor como ser humano”.

Graduado en 1983 de la carrera de cultura de belleza, lo invitan a representar a Cuba en el concurso Miss Mundo Gay, donde queda en segundo lugar, detrás del ahora famoso Mitzy quien ganó el concurso ese año.  Ahí es donde inicia su carrera como travesti profesional, pasando por las filas del Féminas Show y un par de largas temporadas también bailando con Francis.

Lalo, su nombre real, se dedicó a ser el mejor imitador en su época de Lupita D’Alessio, Gloria Gaynor, Whitney Houston, Sade, Amanda Miguel , Valeria Lynch, Grace Jones y varias más, tiempos donde las contrataban por imitación y no por estar de base en algún antro siempre.  Esto lo llevó a estar de gira por muchos y muchos lugares de la ciudad de México, donde nos cuenta que si se lograba hacer una vida digna con el dinero que se ganaba, antes era bien pagada esta profesión, se pagaba al glamour y al espectáculo que representaban como artistas.  Hoy nos dice que tristemente “se terminó el glamour, ya no es bonito, son otros tiempos”.

Amigo tras bambalinas de gente como Meche Barba, Ninón Sevilla, Amalia Aguilar, Tongolele, René Muñoz y Silvia Pasquel, trabajó por mucho tiempo presentando plataformas para marcas como Wella.  También en el equipo de estilismo de agencias de publicidad y temporadas con artistas como Garibaldi, Tania Libertad, Lourdes Munguía y Salma Hayek.  Ayudó a muchas Miss México a lograr salir hermosas al escenario, aunque cuenta que terminó ahí su trabajo cuando todo cambió a la entrada de Lupita Jones.

Hoy día es un empresario que ha sabido administrar su dinero.  Cuenta en la actualidad con dos locales que albergan su salón de belleza, en los cuales ha cuidado a su clientela durante más de 17 años.  Por supuesto también nos contó que mucha gente arribista ha llegado a aprender con él y lo han dejado cuando están bien preparados para irse a salones de más prestigio, pero eso no le importa, finalmente sabe que todos estamos aquí para aprender y enseñar algo en esta vida.

Lalo al verse al espejo siempre se ve como hombre, sabe que jamás ha querido “ponerse chichis ni cortarse el pito”, no anda vestido de mujer en su casa ni en la calle, más que cuando sale a divertirse, a fiestas o con amigos por simple diversión, “soy una imagen maravillosa que luce en todos los antros, pero no soy la vestida, prostituta, así soy yo y punto”.

Hace tiempo que no hace espectáculos profesionales, ya no lo necesita pues ha crecido mucho su negocio y con eso se mantiene.  Es un ejemplo verlo también con su pareja desde hace 13 años, con quien tiene una relación muy sólida, por la cual ha trabajado mucho, sangre, sudor y lágrimas.  Su vida personal tiene sus grandes historias, pues se considera un rescatador, un hombre que a pesar de su profesión, ha sido el bastión de sus hermanas, sobrinos, muchos amigos que ha levantado del lecho de la muerte y hasta de su misma pareja.  Ha logrado que la gente de su colonia le pierda el miedo al “mayate”.

Lalo es un ejemplo digno de cómo crecer fuerte, como logró poner sus talentos a su favor y ganarse la vida haciendo lo que descubrió que es lo que más le gustaba hacer.  Un hombre gay sano, que se trasviste, tiene su pareja y su propio negocio y nos deja conocer un poco de su vida.

Fuente: EneHache

Autor: crestrepo

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