Manual contra el desamor
Por más que le has mostrado lo mejor de ti, le has cuidado, querido y mimado y has sido su mejor amigo y confidente; él no siente lo mismo y no lo va a sentir por más que insistas. Toca darse de bruces con la cruda realidad: lo vuestro no funciona. Se acabó. Punto y final.
Si te han rechazado o tu historia de amor se ha acabado… ¿qué hacer con tu corazón partío? ¿Ponerle tiritas? No, seguir este manual contra el mal de amores.
Parto de la base de situaciones que ya no tienen vuelta atrás. Porque nunca hay que darse por vencido tan fácilmente. Pero si ya está todo perdido, entonces hay que recuperarse de las heridas de batalla.
Lo primordial es no encerrarse. Es bueno tener un tiempo para estar con uno mismo, tener tu espacio, acostumbrarse al nuevo estado… pero en casa, solos y tristes la cosa puede acabar con vosotros embutidos en un chándal de Primark comiendo chocolate mientras vemos Sálvame y lloramos como magadalenas. Todo súper trash.
El nuevo chico gay o bi, bi-curious, heteroflexible, heteropollas, homoarmariado, en fin lo que sea, del siglo XXI no se hunde por tan poco. Sabemos ya que este mundo es una mierda y como no podemos hacernos emos y cortarnos las venas porque mancharíamos el baño que tanto nos ha costado decorar gracias a Ikea, vamos a superarlo como toca. Metiéndonos a curas FOLLANDO.
Así pues, compartamos primero un poco nuestro dolor con los amigos. Pero no en plan “oooh dios mío de mi vidaaaaaaaaaa tanto le queríaaaaaaa que tardé en aprender a olvidarle 19 días y 500 noches darkrooms”. No, no hace falta ser plasta. Lo suyo es salir, pasárselo bien y tener la cabeza en otro lado.
Una vez superado el tiempo de luto, toca empezar pescar nuevos peces. Un clavo sale con otro clavo y aunque se besen unos cuantos sapos en el proceso de encontrar al príncipe que añoramos, el mero hecho de conocer gente nueva viene de puta madre para darnos cuenta de que ni era tan maravilloso, ni tan ideal y que el mundo está lleno de tíos a petar.
Otro aspecto importante es metrosexualizarse de nuevo. En el caso de las rupturas de pareja, la gente suele acomodarse en exceso en las relaciones largas y tienden a abandonarse. Ahora es el momento de volver al gym, pasar por la peluquería y visitar el G-Star en rebajas.
Y ahora que ya estás con el ánimo por las nubes, sube unas cuantas fotos nuevas a tu Manhunt y empieza la búsqueda de ese cerdo empotrador que te haga volver a creer en el amor y el buen sexo.
Porque como dice la canción “otro amor vendrá”. Y lo que diga una diva gay va a misa.
– Atzur
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