Apuesta por la visibilidad gay
Ha ce unos días se estrenó en España la película inglesa Weekend (que muchos me sugeristeis en los comentarios del artículo 10 películas gays para ver en San Valentín). Entre muchos otros temas, el film reflexiona sobre la visibilidad gay en espacios públicos. La pareja protagonista de este apasionado drama sentimental representa dos posturas a priori enfrentadas: la del artista provocador y expansivo que no duda en comportarse de manera natural en cualquier lugar y la del deportista reservado y tímido que opta por vivir su sexualidad únicamente con sus más allegados y en locales orientados al público homosexual.
Salir del armario es algo como muy antiguo, uno no tiene que estar dando constantemente explicaciones al respecto, pero, si su marco social es propicio, actuar de manera natural hace que la gente vea las relaciones gays también como algo normal. Al menos así lo vivo a diario.
Gran parte del avance que hemos tenido en España se debe sin duda a la profusión de personalidades públicas que hablan sin tapujos de sus relaciones con personas del mismo sexo como lo haría un heterosexual, con el único límite obvio de la educación y el respeto.
Cuando en su día le dije a mi abuela que tenía novio su contestación fue “mientras tú estés bien, estoy yo bien también”. Mi abuela tiene como referentes gays a varios presentadores de televisión, por lo que ya no se le hace extraño hablar de estos temas a pesar de haber vivido en otra época donde ser gay te convertía en un maleante según la ley franquista.
Por supuesto, está en cada uno la libertad de hacer con su vida privada lo que quiera, pero qué queréis que os diga, yo soy más feliz sin tenerme que preocupar por opacar partes de mi vida.