Mitos y verdades sobre la sexualidad masculina
Existen tantas creencias sobre nuestra masculinidad que dan como resultados tabúes que nos dan miedo enfrentar y, nos limitamos a creer los comentarios que personas del común nos dicen. Pero hoy el sexólogo Juan Carlos Kusnetzoff, residente en Buenos Aires, nos hablara sobre algunos de ellos.
¿Qué tanto influye el tamaño del pene al tener una relación sexual?
Primero ante todo es falsa la creencia que el pene es de igual proporción a la altura o gran tamaño corporal de un hombre, incluso se ha detectado que la mayoría de hombres grandes lo pueden tener un “poquito” reducido. En cuanto al placer sexual por parte del tamaño es totalmente nulo el mito, en el placer sexual lo importante es que en el momento del coito la pareja busque la zona de mayor sensibilidad. Ser un buen amante no reside en la anatomía y si en el aprendizaje, la sutileza, el buen gusto y el interés por el otro.
¿Qué tan cierto es que entre mayor frecuencia mayor es el desgaste sexual y/o físico?
Esta creencia es totalmente falsa, el hombre no tiene un límite, o mejor dicho, no tiene un número específico contado en cuanto tener encuentros sexuales.
La verdad es exactamente lo contrario. Entre más se use, o más se haga mejores resultados obtendrás. “La función hace al orgasmo”, y un buen funcionamiento provoca una mayor recarga de energía, con todos los beneficios que conlleva.
¿Qué tan cierto es que después de los 40 nuestro amiguito acompañante pierde fuerza?
La verdad científicamente este mito no tiene ninguna validez. Lo que si es cierto, es que los estímulos que se tienen a los 20 años, no son los mismo a los 40.
Muchos hombres que han pasado los 50 desean tener un nivel de relaciones como menores de 30, pero como esto e es imposible, creen que están desgastados y que se les ha acabado subida sexual. Pero sorprendentemente se ha detectado una gran cantidad de personas mayores que tienen un buen desempeño a su edad y mantienen una vida sexual estable, saludable, muy activa y feliz.
¿Qué tan cierto es que cuando tomamos licor funcionamos mejor?
Hay que recordar la acción depresora y fuertemente inhibitoria que ejerce sobre el hombre. El alcohol retarda los reflejos y dilata los vasos sanguíneos. O sea que la inhibición retarda los reflejos que dificultan la erección, que de ninguna manera la facilita. A largo plazo, la inhibición de la erección tiende a instalarse, porque el alcohol lesiona el hígado, donde se metaboliza la testosterona. En los alcohólicos crónicos, hay una evidente disminución de esta hormona, esencial para el mecanismo de laerección.
Sin embargo, para algunas personas tímidas o que padecen sentimientos de culpa, el alcohol funciona –en los primeros momentos- como un tranquilizante, algo que desinhibe y que permite un mayor acercamiento relajado de las personas. De allí la fama de afrodisíaco que ha ganado. Lo que desconocen (o no desean saber) quienes lo consumen es la acción depresora posterior y (a largo plazo y por el uso continuado), el efecto nocivo sobre la salud en general y la sexualidad en particular.
– Jorge
Fuente: Juan Carlos Kusnetzoff. www.e-sexologia.com