‘Mato a un hombre y la gente me aclama, amo a un hombre y me condenan” Fallece el boxeador Emile Griffith
Este martes 23 de julio falleció en Hempstead, Nueva York, el exboxeador Emile Griffith, cinco veces campeón del mundo, a los 75 años de edad.
Griffith conquistó sus títulos en los pesos welter y medio y se retiró con un palmarés de 85 victorias (de ellas 23 por KO), 24 derrotas y dos nulos. Originario de las Islas Vírgenes se hizo famoso por el fallecimiento de uno de sus rivales, el cubano Benny Paret, a los diez días de ser derrotado por Griffith en 1962. Según la revista Sports Illustrated, Paret había lanzado antes de la pelea insultos aludiendo a la supuesta homosexualidad de su rival.
‘Cuando lo tuve en la esquina en el duodécimo asalto… Estaba muy enfadado’, dijo Griffith en el documental ‘Ring of Fire. The Emile Griffith Story’ estrenado en 2005, recordando el insulto que recibió de su rival: “maricón”.
Griffith le noquearía al final del duodécimo asalto en el Madison Square Garden de Nueva York tras un brutal castigo de 25 golpes seguidos sin respuesta, 17 de ellos en siete segundos, en un esquina del ring, que dejaron a Paret en coma. Después del épico combate, la cadena NBC no volvió a transmitir peleas en vivo. Mucho después llegaría el perdón del hijo de Paret, Bennie Jr., que contaba dos años de edad cuando su padre murió. Pero la carrera de Griffith estaba rota, atormentado por lo sucedido, nunca volvió a pelear con la intensidad de antes.
Durante su vida, Griffith se describió en diversas ocasiones como heterosexual, gay y bisexual. Lo que le trajo muchas complicaciones en la homófoba sociedad estadounidense de los años 60 que además cargaba con fuertes prejuicios raciales:
“La gente me escupía en la calle. Nos quedábamos en un hotel, y cada vez que escuchaba alguien tocar una puerta, me metía en la habitación de al lado. Tenía mucho miedo”. De hecho años más tarde recibió una brutal agresión a la salida de un bar gay que le llevó a reconocer públicamente su homosexualidad.
Conmueven sus palabras viniendo de un tipo realmente duro como Griffith que se preguntaba públicamente cómo era posible que el mundo no sólo le perdonara sino que le aclamara por matar a un hombre, y sin embargo nunca le permitiera amar libremente a otro.
‘Sigo preguntándome lo extraño que es todo esto. Mato a un hombre y la mayoría lo entiende y me perdona. Sin embargo, amo a un hombre y esa misma gente lo considera un pecado imperdonable. Aunque nunca fui a la cárcel, he estado en prisión casi toda mi vida’, dijo Griffith en el libro ‘Nine…Ten… And Out! The Two Worlds of Emile Griffith’, escrito por Ron Ross en 2008.
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Fuente: In Out Post