La verdad y el amor protegen, pero no bastan en el VIH
Conocimiento mutuo, confianza, comunicación, sinceridad y compromiso parecen ser algunas de las claves que ayudan a la prevención del VIH (virus de inmunodeficiencia humana), causante del sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), en las parejas serodiscordantes, aquellas en que uno de sus integrantes es seropositivo al VIH y el otro no.
Esos mismos valores parecen influir en la durabilidad de esas parejas, cada vez más frecuentes en el mundo debido a la elevada incidencia del virus y la enfermedad, unida al aumento en la expectativa y calidad de vida proporcionados por la introducción del tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA), afirman especialistas.
En un estudio realizado con 101 parejas serodiscordantes en la capital cubana en 2009, las 202 personas consultadas consideraron muy favorable el contexto para las personas con VIH/sida.
Ello les ha permitido mayores probabilidades de integrarse a la sociedad, reconocieron, además de la posibilidad de continuar estudios y mantener su vida laboral. Entre las 101 parejas, la mayoría expresó la satisfacción de tener una estabilidad, incluso siendo seronegativa al VIH.
El 71,2 por ciento de las personas consultadas mantenían una relación duradera entre uno y seis años, y valoraban como muy importante el conocimiento mutuo, la confianza, la comunicación, el amor, la intimidad y el compromiso establecido por ambas partes.
“A veces es difícil al principio y se puede sentir miedo, pero el peligro está en todas partes, lo que hay es que cuidarse”, aseguraba una de las personas entrevistas al autor del estudio, Luis Enrique Mederos, activista en la prevención del VIH.
De las 202 personas consultadas, 123 eran homosexuales y 79 heterosexuales. En Cuba, más del 80 por ciento de las personas seropositivas al VIH son hombres y en ese grupo 85 por ciento son hombres que tienen sexo con otros hombres.
Sin embargo, informar y conocer el estado serológico sigue siendo un momento difícil para estas parejas. Del total, más de la mitad lo informó antes de entablar la relación sexual, nueve lo hicieron durante ese acto y 62 lo declararon luego de concluido el encuentro sexual. Cinco seguían guardando silencio.
“La valoración de cuándo es el momento ideal para dar a conocer el diagnóstico es determinante en una persona seropositiva”, comentó Mederos. De acuerdo con sus indagaciones, la mayoría prefiere decirlo al principio, algo que manifestó 61,8 por ciento de la muestra, en tanto 30 por ciento prefirió hacerlo después de haber tenido sexo.
“Optaron por esperar hasta ver si fructificaba la relación, pero alegaron que lo hacían siempre para proteger a la pareja y evitar que se infectara”, acota el autor de la exploración.
Aun cuando entre las personas seropositivas entrevistadas era mayor el miedo y el tormento en comparación con las seronegativas, las reacciones fueron muy diversas a la hora de enfrentar la verdad.
Hubo quien fue optó por la sinceridad total, porque aboga por una pareja “que le diga toda la verdad para así evitar ser infestado. Las cuentas claras ayudan al amor”, aseguraba.
También hubo quien confesó sentirse amado y querido, “pues nunca pensó en que yo le correspondiera, siendo él un seropositivo”.
“Variadas son las reacciones cuando un integrante de la pareja le dice al otro o la otra que es seropositivo. Hay anécdotas de quienes tuvieron por respuesta el rechazo inmediato. Otras personas, sin embargo, recibieron un rotundo sí a iniciar la relación”, acota Mederos.
La protección, entonces, se hace imprescindible para cada acto sexual, alerta el activista. Sin embargo, hay una diferencia evidente entre personas seropositvas al VIH y las que no lo son, respecto a la promoción del uso del condón: las primeras se preocupan y ocupan mucho más que las segundas.
Igualmente se impone la búsqueda de placer con prácticas sexuales que no representen riesgo para la salud, según el autor del estudio.
“La incorporación del uso del condón en todas las relaciones sexuales no solo constituye una barrera para evitar el VIH, sino también para evadir otras infecciones de transmisión sexual (ITS) como la gonorrea, la sífilis, el herpes simple, el condiloma, la hepatitis B, entre otras”, hace notar.
Entre las personas seronegativas entrevistadas, varias alegaron que al conocer que su amor era seropositivo les invadió el miedo y la inseguridad, pero también que les satisfacía convivir con la verdad, pues mejoraba la comunicación entre ambos. “En cualquier caso, se necesitará tiempo para asimilar la noticia y decidir si se continúa o no con la relación”, opinó Mederos.
Fuente: Anodis