Ruido en la red: Besos en el altar

A pesar de que el Papa Francisco I se esfuerza por mostrar una Iglesia más abierta, el Vaticano ha amenazado con tomar acciones legales contra una muestra fotográfica que retrata a parejas del mismo sexo besándose en los altares de diferentes templos católicos.

La muestra en cuestión se inauguró el pasado miércoles 25, bajo el nombre de Trialogo, en la Galería L’Opera de Roma. “Trialogo” reúne las piezas de tres artistas, pero fueron las fotografías de Gonzalo Orquín las que indignaron a la jerarquía eclesiástica. En ellas, varias parejas gays se besan en los altares de diferentes iglesias, la mayoría de la ciudad de Roma.

Fue el Vicariato de Roma (organización estrechamente vinculada con el Vaticano y el Papa) fue quien entró en acción y envió una carta a la Galería, en la que amenazó con iniciar acciones legales, bajo el argumento de que las imágenes de Orquín “podrían perjudicar el sentimiento religioso de los fieles”.  En consecuencia, los dueños del espacio de arte tomaron la decisión de ocultar al público las fotografías de la polémica.

 

Declaraciones cruzadas

Orquín, que es español y vive en Roma desde hace ocho años, ha declarado que Italia le resultó desde un principio “un país muy homofóbico”. El fotógrafo aseguró que sus abogados están trabajando en el caso, pero que por el momento las imágenes permanecerán ocultas al público.

Por su parte, Claudio Tanturri, portavoz del Vaticano, expresó que las fotos  violan la Constitución italiana y que no se ajustan a la espiritualidad del lugar, en tanto “ofenden y atentan contra el avance del hombre en la determinación de la expresión de fe”.

Finalmente, Flavio Romani, presidente de la organización Arcigay, opinó: “En las imágenes en las que la Iglesia ha visto provocación yo veo un intercambio de amor. La indignación de la Iglesia católica, por lo tanto, es extremadamente grotesca”.

 

¿Cómo se tomaron las fotos?

Si se están preguntando cómo logró Gonzalo Orquín capturar las cuestionadas imágenes, parece que no ha sido tarea sencilla. Según declaró el fotógrafo (quien, a propósito, es católico): “Fuimos a las iglesias, tomamos las fotos en el altar y echamos a correr… Fue un poco como un flash mob. A veces tuvimos que retirarnos porque había gente rezando. No fue fácil”.

A continuación, replicamos las imágenes de la discordia. ¿Qué opinas sobre la propuesta del fotógrafo? ¿Es una provocación a la Iglesia? ¿O la Iglesia reaccionó exageradamente?

– Leandro

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Fuentes: Clases de periodismo; The Local; Huffington Post

Autor: crestrepo

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