Sasha Fleischman, es un adolescente californiano que no se identifica ni con el género masculino ni con el femenino. Un joven de 16 años le prendió fuego a la falda que llevaba y sufre quemaduras de tercer grado.
Ocurrió mientras Sasha dormía en un autobús. Se despertó al sentir el calor de las llamas y los pasajeros del autobús le socorrieron. Aún así, el ataque fue brutal y Sasha sigue hospitalizado.
“Mi hijo se considera agenerizado”, cuenta la madre. “Le gusta ponerse faldas. Es una declaración. Y es la forma de vestir con la que se siente cómodo”. Sasha usa faldas desde el último año.
Sus amigos han iniciado una campaña de crowdfunding para conseguir los fondos y hacer frente a las facturas médicas. Ya han logrado más de 20 mil dólares. Al joven, ya estable, tendrán que injertarle una gran cantidad de piel y su recuperación se prevée larga.
“Es un crimen horrible”, afirma Johnna Watson portavoz de la policía. “Cualquier que piense que puede prenderle fuego a otro ser humano es que no está bien de la cabeza.” El joven de 16 años culpable del ataque ya se encuentra detenido.
Fuente: In Out Post