A algunos les gusta recortarlo, otros se lo dejan largo y, actualmente, está de moda depilárselo todo ya que muchos creen que así se ven los genitales con mayor tampaño. Y es que el vello púbico es un elemento muy importante en nuestras relaciones sexuales que no podemos olvidar.
Por otro lado, llevarlo excesivamente largo y poco cuidado conlleva igualmente olores, bacterias y problemas, máxime cuando no se lava y ni se seca correctamente. Sin contar que puede servir de cobijo para ladillas y otros parásitos.
¿Cuál sería entonces la mejor opción? Un término medio, como en casi todo. En primer lugar, tener una buena higiene del mismo es fundamental, usando jabón del cabello para lavarlo y secándolo adecuadamente para evitar olores. En segundo lugar, recortarlo con cuidado usando tijeras o máquinas de afeitado si quiere rebajarse pero nunca afeitarlo con cuchilla.