Cruising, una palabra nueva para un viejo hábito. El Archivo Nacional de Historia en el Centro de la Comunidad LGBT de Nueva York ha descubierto un raro tesoro: fotografías en blanco y negro de la escena gay en Riis Beach, Manhattan, en la década de 1960.
“Había dos secciones divididas por espigones que de alguna manera habían sido colonizados por el colectivo LGBT. Incluso aquí había clasificaciones: una parte era de negros, clase trabajadora y lesbianas, la otra era para los chicos blancos, con una apartado para las lesbianas que hacían de pareja de los chicos blancos”, explica Perry Brass, uno de los habituales de la playa Riis, al periodista Dan Avery de NewNowNext
“Se podría hablar fácilmente con 20 o 30 chicos en la playa. Simplemente estar allí era un acto de desafío. La policía patrullaba regularmente el paseo marítimo y la arena para asegurarse de lo que estaba pasando. Había chicos con trajes de baño que mostraban parte del culo. Podías ser arrestado por eso. Por lo general los culpables eran o negros o latinos, y sus detenciones estaban acompañadas por el drama de sus amigos silbando y gritando a la policía”, explica Brass.
Otro ritual interesante que describe Brass es cómo se organizaba la comunidad gay en una época en la que la información era difícil de conseguir: “A las cuatro en punto los fines de semana cientos de hombres se levantan de sus toallas y desfilaban por la orilla para planificar la noche. En susurros se daban partes del nombre de un nuevo bar o un restaurante donde se podían reunir con los demás. A veces los cientos se convirtieron en más de mil. Era como una gran bandada de aves acuáticas , charlando y acicalándose mutuamente. Duraba una hora más o menos, después todo el mundo se iba a las duchas , a prepararse para lo que se venía después”.
Fuente: QueerMexico via EneHache