¿Os acordáis de Josey Greenwell? Aquel joven modelo, camarero y cantante que fue portada de revistas como la australiana DNA, en la que hablaba del suplicio que había vivido dentro del mundo de la música por su condición sexual, que posteriormente tuvo una estrecha relación con el modelo brasileño Rodiney Santiago, conocido por su participación en el programa The A-List: New York y con el que llegó a protagonizar la portada de la conocida Spartacus Internacional Gay Guide.
Resumiendo: un chico gay muy buenorro que hacía vídeos con poca ropa versionando temazos de las divas del momento.
Sin embargo, a pesar de su éxito como cybercelebrity y de que su primer disco funcionó muy bien en Australia y tuvo gira por varios países, ha decidido darle un giro radical a su carrera y pasar por el aro.
Rebautizado como Nate Green pretende, con este cambio de nombre, dar un carpetazo al pasado, dejar atrás su imagen de musculitos descamisado y darle a su música un toque más maduro, personal y con un aire más heterosexual que agrade a todos los públicos y esté más acorde con el estilo country que defiende.
Su amigo Rodiney ha desaparecido de su lado, ya no actúa en fiestas gays, ha dejado aparcados los temazos electrónicos de antaño, además de haber borrado de internet cualquier rastro de su etapa anterior. Con lo chulos que eran sus vídeos, que fueron los que le lanzaron a la fama.
Para su primer single, ‘Wild and Free’ ha contado con la colaboración del compositor y productor español Nemowave, conocido por sus trabajos para cantantes y grupos como Beth, José Galisteo, Auryn o Andermay (este último fue su propio grupo). Curiosamente, todos tremendamente gayfriendlys. La paradoja continua.
En el videoclip Nate aparece muy salvaje, muy machote y sin camiseta. Pero no tengo muy claro si libre sería la palabra viendo cómo ha claudicado ante el yugo de lo políticamente correcto para conseguir una carrera musical comercial. Tampoco hacía falta un vídeo a lo Brokeback Mountain, pero esta versión a lo tarantino de saldo del I Wanna Go de Britney patina por todos lados. Y es una lástima porque el tema en sí está muy bien.
Nate Green – Wild and Free (iTunes)
Personalmente, este cambio de estrategia me parece bastante absurdo, máxime cuando en todas las fiestas maricas del momento se están pinchando temas house con toque country. Solo sus fans y, sobre todo, el Billboard, dirán si Nate Green está o no equivocado con esta nueva línea. Por mi parte le deseo toda la suerte del mundo y que se haga nuevas sesiones de fotos sin camiseta.
Eso sí, desde aquí lanzo a la nueva generación de cantantes un consejo: da igual con quién te acuestes, lo importante es que seas tú mismo, que empatices con el público y que hagas buenos temas. Con talento y sinceridad el triunfo está más que asegurado. No hace falta volver dentro del armario para hacer realidad tus sueños y conseguir tus metas.