Me encantaría no tener que hablaros cada día de Rusia, pero sí, hoy también tenemos noticia homófoba desde allí. Que Conchita Wurst ha ganado Eurovisión ya lo sabemos, y que en el país de Putín están escodidos también. Pero ese escozor hoy da un paso más: quieren abandonar el festival y fundar uno propio.
Valerii Rishkin, parlamentario ruso del Partido Comunista, ha dicho que “los resultados del último Eurovisión han sido la gota que colma el vaso. Debemos abandonar este concurso inmediatamente, hay que parar de apoyar esta locura que cada año le cuesta a Rusia 40 millones de euros”.
Y da un paso más, añadiendo que su país puede y debe crear su propio festival, que propone se llama “Voice of Eurasia”. Cree que todos los países del espacio euroasiático les apoyarían y se unirían a su propuesta. Ya veis que las reacciones al triunfo de un travesti siguen saliendo. Y mientras tanto la figura de Conchita Wurst como símbolo de los derechos LGTB sigue en aumento.
Fuente: Ambiente G