Mientras en muchos países la homosexualidad aún está penada con la muerte y gran parte de las religiones lo consideran pecado, este tipo de comportamientos entre los miembros del mismo sexo son algo tremendamente natural en el reino animal, ya sea practicando cópulas, cortejándose, dándose muestras de afecto, formando parejas de dos machos o dos hembras e incluso criando ambos de los hijos.
Dos hembras de labrador emulando una cópula
Según publicaron hace algunos años en la revista Trends in Ecology & Evolution unos investigadores de la Universidad de California, todos los animales serían homosexuales siendo éste un fenómeno universal para todos los grupos del reino animal consecuencia de la evolución de las especies.
El año pasado, el parque Krueger, en Sudáfrica, fue escenario de un encuentro homosexual entre dos leones macho. El olfateo inicial culminó con una regia cópula. Sí amigos, como un domingo de madrugada en cualquier zona de cruising.
La imagen ha dado la vuelta al mundo tornándose viral. Están muy documentados los comportamientos homosexuales en pingüinos, jirafas, monos, delfines y otras muchas especies, pero no es tan fácil ver a leones teniendo relaciones sexuales homosexuales completas.
Por eso me sangran los ojos cuando leo titulares tan penosos en la prensa como que países como Gambia combatirán la homosexualidad como si fuera la malaria o que el Nepal considera la homosexualidad ‘antinatural’. O, pero aún, a tantos homosexuales y bisexuales que reniegan de sí mismos por considerarlo algo pernicioso y que no es normal.
Pareja de pingüinos gays en Toronto.
A todos ellos yo les digo: amar es algo natural. Amad y sed felices.
Amén.