Estas preguntas aplican cuando es sexo sin compromiso o sólo por diversión. El sexo es para disfrutarlo a plenitud. Se vale sentir y concentrarse en dar y/o recibir placer, de manera de que no haya preocupación que valga.
El problema es que a veces la mente se va a otro sitio y no piensa con claridad. Por ejemplo, puedes utilizar tu boca para muchas cosas excepto para preguntar estupideces. ¿A qué nos referimos? Pues a las 10 preguntas que NO deberías hacer en la cama.
Iniciemos con ¿Lo tengo grande?
Sí… esta pregunta pasa por la cabeza de muchos hombres. Cierra los ojos. Baja la cabeza y se honesto. ¿De verdad quieres oír la respuesta justo ahora que vas a tener sexo? ¡Es una pregunta estúpida! Da igual el tamaño que tengas y no lo vas a poder cambiar.
Si eres de las “ligas menores”, probablemente tu amante mentirá y si eres un “grandes ligas” quedarás como un ególatra que mide el mundo a través de unos pocos centímetros que cuelgan entre tus piernas.
¿Qué hora es?
Dicen que el sexo es un espacio sin tiempo. No tiene sentido acostarte con alguien si estás apurado. De nuevo, el sexo es para disfrutar así que no es nada sexy que mientras estás en plena acción vayas contando las horas y los minutos.
¿En qué piensas?
Tu compañero sexual está aún recuperándose del orgasmo. Tiene los ojos cerrados y la boca abierta, aun jadeando. Está en el éxtasis. ¿De verdad le vas a preguntar “En qué piensas”? ¡Es una pregunta absurda!
No te preocupes por lo que piensa. Relájate. Disfruta el momento igual que él. Punto.
¿Te falta mucho?
En la cama se vale tener paciencia. Quizá hagas esta pregunta por curiosidad (o realmente por impaciencia) pero en cualquier caso, puede ser percibida como un reproche.
¿Quieres que él llegue al orgasmo rápido? Ayúdalo buscando sus zonas erógenas con tu boca o dale rienda suelta a la imaginación. ¿Qué esperas?
¿Quién es “Javier”?
Ok. Mientras estás en plena acción tu compañero sexual te ha llamado por “Javier” y ese no es tu nombre. Es incómodo el momento… ok, lo mejor es no decir nada o intentar olvidarlo. Aún más si se trata de un polvo con alguien que acabas de conocer. Si están saliendo juntos y se trata del comienzo de la relación, pues dale una oportunidad. Él puede haber salido de una relación con ese “Javier” y te llamó así por costumbre, pero no porque realmente sienta algo por él.
Si llevan tiempo viéndose, pues espera tener esa conversación en algún otro momento oportuno.
¿Cuándo fue la última vez que estuviste con alguien?
¿En serio? ¿Ahora que lo has llevado a la cama quieres saber sobre su vida sexual? Sí lo que te preocupa es si estás ante alguien promiscuo o no, hay maneras de obtener esa información de manera sutil antes de llevarlo a la cama… pero nunca debes hacerlo cuando ya estás en ella.
Ten por seguro que si tu compañero sexual estuvo con alguien el día anterior, esa mañana o una hora antes de ti pues jamás te lo dirá.
¿Te está doliendo?
Piensa en las respuestas posibles:
- a) “No, siempre pongo cara de dolor cuando estoy pasándolo bien”.
- b) “Me gusta gritarte que te detengas, que salgas, o que me haces daño cuando estoy a punto de llegar al orgasmo”.
- c) “Si, imbécil. ¿Es que no te has dado cuenta?”
En lugar de hacer esa pregunta, lo que puedes hacer es no decir nada, baja la intensidad e ir de nuevo a las caricias.
¿Eso es todo?
Jamás hagas esta pregunta si querías una larga y lujuriosa sesión de sexo y tu chico sólo pudo durar unos minutos (ya sea como activo o pasivo)… a menos que quieras matar su autoestima. Claro.
¿Puedes dejar de hacer eso que NO me gusta?
Él ha decidido tomar el control en esta sesión y está haciendo algo que no te agrada. Pues debes saber que en la cama deben emplearse lo que los sexólogos llaman “comunicación sexual asertiva”, lo cual consiste en no utilizar nunca la palabra “NO”. Muchos terapistas consideran que una negación es un fracaso y provoca frustración.
Tranquilo soldado. Si tu chico hace algo que no disfrutas, toma sorpresivamente el control haciéndole algo que le guste y distráelo hasta que deje de hacer eso que te desagrada.
¿Estuve bien?
Esta pregunta puede ser percibida como “baja autoestima”. Si no estuvo tan bien no te lo dirá (a menos que él sea un “HP”).
Si no vuelves a saber de él no significa que estuviste mal. Puede ser que sólo quería un sacar su leche y no más.
Si estuviste bien y él quiere algo serio, ten por seguro que te volverá a escribir. En cualquier caso, no vale la pena preguntar qué tan bueno fue tu “performance” en la cama. Tú mismo puedes responderte esa pregunta.
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Fuentes: Cityvega.com