Polémico pero real. La asfixia autoerótica es la primera causa de muerte por prácticas sexuales en el mundo. Ya sea con cinturones o bolsas de plástico, estar sin aire da placer a algunos, un placer mortal.
Leer sobre muertes causadas por asfixia autoerótica podrá ser exótico pero no es ninguna novedad. La práctica se remonta a varios siglos de antigüedad y se ha documentado desde el 1600, de hecho se utilizaba como tratamiento para la disfunción eréctil.
¿Porqué llegó a utilizarse para ese fin? Pues bien, se observó que algunos reos ejecutados en la horca desarrollaban una erección incluso posmórtem y algunos -dentro del horror- eyaculaban durante el ahogamiento o después. Irónico.
La asfixia erótica o hipoxilia -nombrada así por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría- es una práctica originalmente oriental, registrada también entre los esquimales. Fue introducida por los franceses en Europa a su regreso de la guerra de Indochina. Parece ser que los soldados franceses acudieron a los prostíbulos del lejano oriente y se encontraron con que asfixiarse aumentaba la sensación del orgasmo.
Y técnicamente no es mentira: la falta de oxígeno en la corteza cerebral genera pérdida de lucidez y alucinaciones que podrían emular la acción de algunos drogas conocidas y aumentar la sensación de placer. Pero hay que ser un poquito border para dejar sin oxígeno al cerebro deliberadamente.
Algunas declaraciones de personas que lo han practicado aseguran que el aumento de excitación física es muy considerable, por su parte, el investigador científico Pere Estupinyà considera que el miedo incrementa el deseo y la intensidad sexual. Explicando así que algunas personas se sientan atraídas por la combinación placer-límite.
Y no deben ser pocas. Esta práctica es la primer causa de muerte por práctica sexual en muchos países del mundo, sólo en Estados Unidos mueren anualmente entre 500 y 1.000 personas por prácticas que implican asfixia, electrocución, hemorragias por inserción de objetos, etc.
Y casos famosos hay. En 2009, David Carradine, el actor de “Kill Bill” famoso por protagonizar la serie “Kun Fu”, fue encontrado en un hotel de Bangkok con signos de haber practicado asfixiofilia. Su colega Albert Dekker fue todo un pionero en 1968.
Pie de foto: El actor David Carradine.
Pie de foto: En 2011, Iván Heyn, ex-subsecretario de Comercio Exterior de Argentina apareció muerto en un hotel de Montevideo. Personal forense indicó que había fallecido por ahorcamiento sin participación de una segunda persona y descartaron suicidio.
Pie de foto: Michael Hutchence, el vocalista de la banda australiana INXS, apareció muerto en un hotel de Sydney en 1997 con signos de hipoxifilia.
El 28 de marzo de 2007 el New York Times presentó la historia de un adolescente que sufrió un ataque cardíaco y pasó tres días en coma después de ahorcarse a solas cuando se masturbaba. Meses después recorrió escuelas advirtiendo sobre el riesgo mortal que implican estos juegos sexuales.
Pie de foto: “El imperio de los sentidos” (1976) de Nagisa Oshima.
Siendo una práctica antiquísima ha dejado rastro en la cultura. La película “El imperio de los sentidos” (1976) retrata el caso real de la japonesa Sada Abe que mató a su amante mediante asfixia erótica. El tema además ha sido protagonista en series como “Six Feet Under”, “House of Cards”, “Dr. House”, entre otras. Algunos autores como el Marques de Sade y Nabokov escribieron al respecto.
En la comunidad BDSM -Bondage, Disciplina y Sado Masoquismo- esta práctica se denomina breathplay (juego con la respiración) o edgeplay (juego de borde), ¿harías cualquier cosa por conseguir el placer máximo incluso si te lleva a la muerte? No dudes en opinar y compartir este artículo.
-Koch.