La Viagra es un fármaco compuesto por citrato de sildenafilo que se usa, en gran medida,para tratar la disfunción eréctil, mejorando así las relaciones sexuales de los hombres. Pero solo puede conseguirse con receta médica. A priori.
Durante mucho tiempo ha podido podía adquirirse en el mercado negro al margen de los cauces legales, pero con la llegada a las farmacias de medicamentos genéricos con precios más accesibles, su consumo se está disparando, sobre todo dentro de la población homosexual más joven, que lo utiliza para experimentar ya que es obvio que a esas edades las erecciones se producen sin necesidad de ayuda adicional.
La Viagra, como todo medicamento de síntesis química, tiene efectos secundarios y muchos lo están usando sin control, mezclado con otras drogas y alcohol. Un cóctel muy peligroso que puede llegar a ser mortal.
Tanto es así que en los últimos años han aumentado los casos de hospitalizaciones por cardiopatías de diversa índole que pueden acabar en infartos al corazón. Sin contar las molestias obvias de tener una erección que no se consigue bajar ni con el paso de las horas y la vergüenza de ir al médico con semejante cuadro.
Chicos, está bien experimentar, pero cuidado con lo que toman.
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