¿NOS VAMOS A VIVIR JUNTOS?

Si conseguir novio no es tarea fácil, irse a vivir juntos muchísimo menos. Pero al final siempre debe ganar el amor. Acá unos consejos útiles para evitar rompimientos y aprender a con­vivir con el otro.

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Conseguir juntos un lugar para vivir: los muebles, la decoración, recorrer las ferias americanas o de rebajas, que las cortinas, los vasos, los cuadros, los electrodomésticos, los regalos de familiares y amigos (en el caso de los más afortunados), son todos aderezos que hacen excitante el gran paso de irse a vivir con la persona que amas.

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¡Y qué paso! No es cualquier cosita, eh. Estás decidiendo compartir tu vida de una manera más profunda. Un paso gigante que no debe asustar, sino todo lo contrario: considerarlo como el inicio de una nueva etapa que debe fortalecer la relación.

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Sin embargo antes de hacerlo hay que tener algunas cuestiones presentes, como cuánto tiempo llevan juntos y qué tanto se conocen. De lo contrario se conocerán una vez mudados juntos, sépanlo. Y puede salir bien o muy mal.

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“Nunca terminas de conocer totalmente a alguien” reza un dicho popular. Es cierto, entonces es crucial conversar qué es lo más importante para cada uno a la hora de convivir, qué les molesta, quién es el ordenado/desordenado, en qué pueden ceder y en qué definitivamente no.

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Para muchas parejas la convivencia es una prueba. Estos son, para nosotros, los cinco consejos más importantes para poderla pasar:

1. Respetar el espacio del otro. Absolutamente crucial e imprescindible. Eso incluye respetar sus actividades y salidas con sus amigos y compañeros de trabajo. Todo se charla, pero el hecho de vivir/estar juntos no significa anularse como persona y convertirse en un organismo dual que anda para arriba y para abajo a toda hora. Esa es una etapa que pasa rápido y aburre.

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2. No depender del otro. Otro punto crucial. Las crisis en muchas parejas comienzan por la dependencia de uno por el otro (o de ambos), y un anhelo de libertad insufrible de alguno de los dos (o de ambos). Es una extensión del consejo de arriba que exhorta a darse un respiro, a no hacer todo juntos, a tratar de tener cada uno sus espacios, rutinas, amigos y actividades por separado. Muy saludable para la relación.

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3. Apertura sexual. Sí. Y ojo, es algo muy personal y de cada pareja. La inclusión de las fantasías de cada uno y el no reprimir los deseos, no es obligación, pero ayuda muchísimo a oxigenar la sexualidad de la pareja. Tratar de consensuar todo: fetiches y juguetes sexuales, sexo en público o en determinadas condiciones/paisajes, tríos sexuales, etc. Cuando se ama no se es egoísta con el deseo del otro. Todo se consensúa y se charla.

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4. Repartirse las tareas. He aquí una parte importante. Quién cocina, quién limpia, quién paga las facturas, quién hace qué. Una buena manera de llevarse bien es definir los roles y las tareas a cumplir para evitar discusiones innecesarias y que terminen haciendo una grieta irreconciliable en la pareja.

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5. El derecho a la paja solitaria. Aunque no lo crean es muy importante. Las pajas son muy saludables y son encuentros con nosotros mismos. Respetar ese espacio en uno y en el otro es vital no sólo para mantener el universo de fantasías sexuales vivo, sino también para conservar ese encuentro íntimo tan necesario.

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Para encontrar el equilibrio y llevar una vida de pareja armónica es importante charlar estos puntos. Pero, sobre todo, estar equilibrados los dos. Entender que la otra persona está en tu vida para complementarte, no para ser el objeto de tus caprichos y deseos, que no te pertenece, ni tú a él.

Una pareja es de a dos, cuando ambos se permiten vivir el amor siendo lo que es cada uno, amándose en la diferencia.

¿Te gustó esta historia? Compártela en tus redes sociales. ¿Qué otros consejos darías a las parejas para vivir juntos y no morir en el intento? ¡Opina!

­Koch

Autor: crestrepo

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