Hay un gustito sabroso en las relaciones tipo Daddy and Son. Los polos de la experiencia y la juventud entregados al disfrute carnal. En ManhuntDiario queremos destacar ese encuentro.
Cuando dos cuerpos se unen, la edad pasa a ser un dato secundario. Lo importante es el presente de esa unión y cuál es la búsqueda de ambos. Generalmente buscamos lo que nos hace falta y/o nos complementa.
Pues bien, podría decirse que la relación daddyson es una búsqueda del complemento: el hombre de más edad buscaría reencontrarse con la juventud, y el más joven, buscaría ponerse a disposición de la experiencia. Y ahí lo tenemos, juventud y experiencia, un combo tan ancestral y común de lo que quisiéramos admitir.
De hecho, en la antigua Grecia, los jóvenes vírgenes debían pasar por la instrucción de un hombre adulto y sabio que los introdujera al mundo desvirgándolos. Era una práctica común que se respetaba en esa época y fue documentado en varios escritos, algunos de Platón.
Hay tratados enteros sobre la juventud y la belleza, una obsesión griega que permanece con nosotros inmutable al paso de los siglos. Y no es algo menor, en la cotidianidad, muchos chicos han experimentado o tenido sus primeros encuentros sexuales con otros hombres de más edad, en contextos legales e ilegales, hay que decirlo.
En lo sexual, lo legal e ilegal a veces tiene que ver con lo moral, pero otras veces, con un abuso de poder del más adulto que llega a cometer actos sexuales en contra de la voluntad del más joven o llevándolo a descubrir la vida sexual a una edad demasiado temprana.
Sin embargo, nosotros contextualizamos la relación daddyson como las relaciones carnales consensuadas por ambas partes, de dos hombres adultos con un rango etario distinto. Por ejemplo, uno de veinte con otro de más de treinta, o uno de treinta con otro de cincuenta.
Muchas veces, los más jóvenes buscan el confort de los años del amante: su tranquilidad y paciencia, lo que pueden llegar a aprender, la sabiduría de los años y la práctica de un sexo libre y sin ataduras. Por otro lado, los de más edad, buscarían la locura de la juventud, la energía y destreza que quizá perdieron en el camino, la alegría de los años mozos y servir de guías.
No hay dudas de que ambos lo disfrutan plenamente. Es más, muchas veces, las relaciones carnales dan paso a uniones sólidas que desafían la diferencia de edad. Por supuesto que es un tipo de relación donde el respeto y el entendimiento mutuo prima por encima de todo, y la libertad del otro es un valor agregado que ninguno de los dos debe transgredir, a riesgo de un final abrupto.
Pero digan lo que digan y por más tabú que siga siendo, hay una atracción ineludible entre la juventud y la experiencia. En algún momento de la vida, un joven homosexual querrá experimentar con alguien más grande, e indefectiblemente, un hombre mayor también querrá estar con uno más joven. Es una ley natural que a todos nos aguarda.
¿Alguna vez estuviste con alguien más joven o de más edad que tú? ¿Te atraen las nuevas experiencias que puede ofrecerte alguien de más o menos edad que tú?
Cuéntanos tus experiencias y opina al respecto.
Koch.