Llega un día en que uno se mira al espejo y piensa: necesito hacer más ejercicio. Y el siguiente paso suele ser apuntarse al gimnasio. Todos empezamos sin tener ni idea, pero mucha gente habla del tema por hablar; la mayoría de las veces sin conocimiento. Por ello voy a tratar de aportar algo de luz y de derribar algunas de las fantasías que recorren el imaginario colectivo de aquellos que se plantean empezar a ponerse en forma.
1. El gimnasio es el templo del deporte sano.
Falso. Uno de los mayores errores es creer que solo en el gym puede hacerse ejercicio de manera saludable. Desde los deportes de equipo de toda la vida hasta el crossfit, pasando por la danza o las artes marciales, hay mil fórmulas con las que despegar el culo del sillón. Eso sí, hay que tomárselo con calma al principio. Si no se ha hecho deporte jamás, quizás es bueno correr un poco primero, nadar, estirar mucho y, tras una semana de adaptación, empezar a darle a las pesas.
2. Los estiramientos y el calentamiento son prescindibles.
Sobre todo si te quieres lesionar. Para alguien que no ha hecho deporte nunca es básico comenzar estirando y calentando. Respecto al orden de estos factores hay largas discusiones, pero ese ya es otro tema.
3. Para perder peso hay que sudar la gota gorda.
Sí y no. El sudor en sí mismo lo único que elimina es agua con sales, pero sí que está claro que un ejercicio que implique mayor actividad cardiovascular nos hace quemar calorías y bajar de peso. Aunque no hay que olvidar que los músculos en sí consumen gran parte de las calorías, por lo que no hay que olvidar trabajarlos, ya que evitan, entre otras cosas, la temida flacidez. De igual manera, si solo se trabajan los músculos y no se hace cardio te fortalecerás pero la panza seguirá ahí. Que tampoco es malo tener un poco panza, pero hay que saber qué hace cada cosa.
4. Te vas a poner hinchado enseguida.
Ja. Jajajajajaja. JAJAJAJAJAJAJ… No. Ni que fuera tan fácil conseguir volumen muscular. Se requieren años, técnica, rutinas y una alimentación y suplementación medidas al milímetro para conseguir lo que hacen los culturistas. A no ser que se siga un severo entrenamiento de manera muy estricta (o la genética sea benévola contigo y te acompañe) la mayoría consigue con el gimnasio que su cuerpo se tonifique, gane fuerza y elasticidad. Y ya. Pero que eso no os desanime, hay que saber que para conseguir mejores resultados hay que ser más constantes. Sin embargo, entre quedarse en casa sentado frente al ordenador comiendo guarradas o ir a mover un poco el esqueleto está claro qué opción es mejor.
5. Hay que comer menos.
Hay que comer bien y en las cantidades que nuestro organismo necesita. Para empezar hacer 5 comidas al día ayuda a que nuestro metabolismo funcione de una manera más efectiva y se regule. Si estamos cansados por la falta de energía no podremos entrenar como debemos y, además, sin suficientes proteínas en nuestra dieta no podremos construir músculo.
Si tenéis curiosidad sobre el tema, este chico os desmonta algunos mitos más técnicos sobre el mundo del fitness.
Dicho esto, os insto a que tengáis una vida saludable, que hagáis buenas comidas (de toda índole) y que recordéis que follar también cuenta como deporte.
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