Tras el ataque homófobo perpetrado el pasado domingo 12 de junio de 2016, la sensación de desprotección que vivimos los homosexuales es, si cabe, aún mayor. El lugar donde ocurrió la masacre, el club Pulse de Orlando (USA), era un sitio en el que todo el mundo era bienvenido y en el que la comunidad LGTB podía sentirse segura. Ya no.
Está genial tener nuestros espacios propios, pero hay que perder de una vez el miedo a mostrarnos también tal y como somos fuera de ellos. La homofobia se erradica empezando por uno mismo. Y desde aquí mando un irónico saludo a todos esos gays que tienen una presencia pública pero aún no han salido del armario. Por miedo. En el siglo XXI. Y luego nos sorprende que un tarado terrorista homófobo nos asesine vilmente. Nos mata porque lo ve como algo que no es normal, como algo extraño, que le agrede, que le ofende. Ahora que ya ni los clubs gays son 100% seguros, no nos encerremos. No tenemos nada que perder y mucho que ganar: nuestros derechos, por ejemplo.
La solución más evidente pasa por seguir manifestándonos y exigiendo una legislación más protectora y, ante todo, más educación en las aulas. Una situación que nos permita salir a la calle de la mano y besarnos con nuestra pareja sin miedo a que nos juzguen o a tener represalias.
Pero nosotros podemos poner también nuestro granitos de arena ayudando a esa tan necesaria visibilidad. Hagamos de nuestra sexualidad algo normal, habitual, que cualquiera pueda ver sin escandalizarse. Y no me refiero a la vertiente machista y homofóbica que quiere heteronormalizar la expresión corporal de los gays y su forma de vestir y expresarse. Eso solo daña a nuestro colectivo. Hablo de mostrarse sin miedo, hablo de ser valientes. Hace falta menos postureo de banderitas en nuestras redes sociales y predicar más con el ejemplo saliendo del armario. Que ser gay no es nada malo. Lo malo es ser un homófobo, un asesino o un terrorista.
Dicho esto os recomiendo leer este artículo publicado en Vanity Fair que hace un repaso muy lúcido sobre lo acaecido antes y después del ataque homicida. Y aporta un dato muy curioso: si hoy en día hay páginas de contactos para heteros es porque primero las usamos nosotros los gays. Entre ellas, no es por nada, pero Online Buddies y Manhunt.net fue de las pioneras. Así que los heteros sí tienen cosas que agradecernos. Y nosotros, por nuestra parte, seguiremos aún más fuerza con la campaña #necesitamosmasbesos.
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