La confianza en uno mismo es fundamental a la hora de relacionarse con los demás. Porque todos tenemos nuestro público y la actitud lo es todo. En serio. Más allá del físico, que por supuesto es importante, la química que tengas con alguien es fundamental. Y, por otro lado, vivir en una constante inseguridad te lleva a tener miedos, al despecho y vivir amargado, cuando seguramente serías mucho más feliz dejándote fluir.
Pero, ¿cómo podemos mejorar ese aspecto? Allá vamos.
- MIRA LO BUENO
Lo primordial es pensar en positivo, mirar lo bueno que hay en ti y no compararse con nadie. Mira qué se te da bien y aprende a explotarlo y mejorarlo.
- QUIÉRETE MÁS
Lo segundo es cuidarse. Dedica tiempo a tu cuerpo, a tu higiene personal, a mirarte al espejo y sentirte bien. Haz ejercicio, ponte ropa bonita, descansa, lee, relájate, date un baño. Disfruta.
- SOCIALIZA
Lo tercero es salir a comerse el mundo. Apúntate a algún curso, aprende cosas diferentes y tendrás más temas sobre los que hablar. Conoce gente nueva, no tengas miedo a mostrar tus gustos y aficiones, diviértete con amigos, expande tu vida.
- SÉ FUERTE
Es normal sentir miedo al rechazo y, por desgracia, alguna vez lo tendremos. Pero entonces hay que alejarse de esas personas que nos generan negatividad y apostar por rodearnos de aquellos que nos hacen sentir bien. Otra parte importante de la seguridad en nosotros mismos es aprender a gestionar las relaciones y, sobre todo, aprender a escoger y a decir no.
Espero que estos consejos os ayuden a sentiros más confiados y fuertes por dentro. Seguro que se nota también por fuera. Y, como me dijo un amigo una vez: “Sé siempre la mejor versión de ti mismo, pero nunca pierdas tu esencia.”
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