Lo asegura un estudio.
La pornografía tiene sus lados tanto benéfico como… los que no lo son.
Un estudio centrado en el consumo del cine adulto sexual ha encontrado como este puede afectar la vida en pareja.
La investigación presentada en la American Sociological Association, sugiere que aquellas personas que empiezan a consumir pornografía a mitad de una relación sentimental o matrimonio, tienen más probabilidades de divorciarse que aquellos que no lo hacen.
Estudios previos sobre este tema ya habían sugerido que el consumo de material sexualmente explícito no es bueno para la salud conyugal; sin embargo, muchos de estos estudios eran bastante limitados. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Oklahoma, EE.UU., ha sido capaz de analizar la forma en que la pornografía influye en la vida de pareja durante varios años.
Para medir el uso de la pornografía, se preguntó a 5.698 encuestados, que previamente habían expuesto si estaban o no casados, si habían visto una película porno en el último año. 1.681 personas dijeron haber visto una película pornográfica, informando que además era la primera vez que lo hacían durante el período que duró la encuesta.
El análisis de los datos halló que las personas que comenzaron a ver porno eran más propensas a romper con sus parejas durante el tiempo de seguimiento del estudio. Para los hombres, la posibilidad de llegar al divorcio aumentó de un 5% a un 10%.
¿Es el consumo de pornografía el que provoca los problemas o es un síntoma de un matrimonio infeliz? Samuel Perry, líder del trabajo, opina que los datos muestran una causalidad: “Estamos bastante seguros, basándonos en el análisis estadístico que hicimos. Nos acercamos a donde podemos decir que hay un efecto direccional”.
Créditos: MEN