Después de sufrir un terrible accidente automovilístico el mes pasado, el neozelandés Corey Eteveneaux fue trasladado al hospital en estado crítico. Lamentablemente, murió cuatro días después, pero el dolor de su familia se convirtió en indignación cuando se enteró de que las válvulas cardíacas y las córneas de Eteveneaux no podían ser aceptadas para su donación porque era homosexual.
Las palabras de Cherie, su madre, estaban llenas de indignación y de dolor al recibir semejante noticia.
Hablé con una mujer de Organ Donation NZ e inicialmente pensé que quería hablar conmigo sobre los tatuajes de Corey y cuándo fue la última vez que se tatuó. En cambio, ella me dijo que no podían utilizar las válvulas cardíacas o las córneas de Corey debido a su ‘estilo de vida’.
En Nueva Zelanda, se excluye a los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres para que donen sangre o tejidos durante 12 meses después de su última relación sexual, independientemente de si practican de sexo seguro o no o de si tienen pareja estable.
Corey, de 24 años, llevaba saliendo con Daniel Jacobs, de 29 años, durante casi dos años. Según Cherie, los dos se hicieron la prueba del VIH cuando comenzaron a salir y ambas fueron negativas.
Corey era un hombre en forma y saludable. Simplemente no tiene sentido. Hay personas que están sufriendo y podríamos haberles ayudado. Sé que a Corey le hubiera encantado ayudar a alguien y alguna familia ha perdido la oportunidad.
Jacobs dijo que el rechazo es aún más molesto ya que todavía está procesando la pérdida de su novio.
No veo por qué nosotros, como hombres homosexuales, debemos ser discriminados por lo que hacemos a puertas cerradas. Seguimos siendo humanos, no somos diferentes a las personas que caminan por la calle.
Hace unos años, los hombres gays no podían donar tejidos ni sangre durante 10 años. Ese período se redujo a cinco años en 2008, y luego a 12 meses en 2014.
Richard Charlewood, del Servicio de Sangre de Nueva Zelanda, dice que los criterios no son para señalar a hombres homosexuales, sino para excluir a aquellos involucrados en actividades de alto riesgo. A pesar de la disponibilidad de pruebas de VIH, todavía hay una ventana de varios meses en los que el virus podría no aparecer.
Charlewood dijo que se planea otra revisión de este tipo de regulaciones y que se llevará a cabo en los próximos años.
Tenemos en cuenta que es un tema delicado. Si rebajamos los criterios, debemos estar seguros de que no aumentamos el riesgo para el receptor. En primer lugar, se trata de la seguridad de los destinatarios que no tienen otra opción.
Créditos: Oveja Rosa