Muy desafortunadas fueron aquellas declaraciones del presidente boliviano Evo Morales, en las que aseguraba que los pollos engordados conhormonas eran la causa de la homosexualidad. Nada más falso.
El origen de la homosexualidad sigue siendo objeto de investigación. Recientemente, se descubrió que existía una condición genética y cromosómica desde el momento en que se fecundaba el óvulo. Múltiples estudios genéticos siguen realizándose en diversas direcciones, desde análisis sobre patrones de herencia, hasta indagaciones utilizando técnicas de ligandos, o secuencias de ADN.
El doctor Erick Quesada, psicólogo costarricense especialista en la materia, ha estudiado el gen receptor andrógeno (las hormonas andrógenas son las responsables de la aparición de los caracteres sexuales secundarios en los hombres como el vello corporal, la barba y la voz gruesa, entre otros) y no se han encontrado diferencias entre hombres homosexuales y no homosexuales.
Niveles hormonales y homosexualidad
Lo que sí constituye una certeza es que la relación entre niveles hormonales y homosexualidad ha sido descartada desde hace mucho tiempo, acota el doctor Quesada. Algunos estudios sobre hormonas prenatales (originadas durante la gestación) descubrieron, no obstante, que una cantidad elevada de testosterona podía masculinizar el cerebro, mientras que una cantidad disminuida, feminizarlo; en algún momento, esta condición se propuso como la causa del lesbianismo y la homosexualidad.
Sin embargo, estas ideas tampoco son concluyentes, agrega el especialista, dado que es posible que el cerebro adulto cambie por causa de las hormonas (lo que no provoca un cambio en la orientación sexual) y porque algunas características del cerebro no dependen de las hormonas, sino al parecer del sexo cromosómico del mismo, es decir, de si se trata del cerebro de un hombre o de una mujer.
Orientación sexual desde la infancia: tema tabú
Según el doctor Eusebio Rubio, presidente saliente de la Asociación Mundial para la Salud Sexual, “durante la infancia no se puede saber cuál será la orientación sexual de un individuo, ya que a los cinco, siete o diez años los niños y niñas pueden tener, en diferentes rasgos de su comportamiento, algún indicio que nos revele que pueden ser homosexuales, a pesar de eso, nada nos asegura que cuando sean adultos realmente lo sean”.
En un reciente reportaje sobre acoso escolar homofóbico publicado en el suplemento S del diario La Jornada, el especialista señala que, sin embargo, algunos testimonios de hombres y mujeres gays adultos, revelan que la atracción hacia personas del mismo sexo, o el percibirse en un cuerpo que no les correspondía —como les sucede a personas transgéneros e intersexuales—, lo sintieron desde su infancia.
Créditos: Salud180