En medio de la eclosión turística estival y como ya es tradición desde hace más de una década, los próximos días serán de visible desembarco gay en Barcelona. Más internacional que nunca, porque un 80% de los miles de participantes de esta nueva edición del Circuit Festival proceden de más de un centenar de países, dispuestos a disfrutar de 11 días de saraos que lo convierten en la cita más larga y esperada para el colectivo LGBTI. El colorido ya se empieza a dejar ver en puntos neurálgicos como el Gayxample, movilizado desde sus tiendas, restaurantes y servicios para la ocasión, aunque toda la ciudad ejercerá estos días de meca gay.
Destino Barcelona
El verano pone claramente a la capital catalana en el mapa del colectivo, entre el Circuit y el Pride Barcelona, pero la ciudad trabaja para ser un destino desestacionalizado. Desde Turismo de Barcelona hay una línea de trabajo centrada en los visitantes LGTBI. Este año se han intensificado las actividades al respecto, desde una acción con prensa de Japón Corea y Taiwan durante el Pride, al considerarlos “nuevos mercados emergentes”, hasta participación en un reciente foro sobre este turismo en Bruselas, y en encuentros profesionales donde promocionar la industria local, más allá del ocio y el apartado lúdico, destaca Mateu Asensio responsable de Promoción Internacional y de esta línea. Turisme de Barcelona es ahora más “proactivo” en la captación de este viajero, al que se quiere tentar también con cultura.
Por cierto, que según el ránquing Best of Gay Cities 2017, Barcelona es el segundo destino mundial para escapadas románticas (tras París) y tercero en cuanto a oferta gastronómica. El Axel, además, se impuso como “mejor experiencia hotelera”. El festival Circuit, precisamente, estuvo nominado entre los acontecimientos más importantes para LGTBI.
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