10 mitos sobre la “puerta trasera”

De la cultura guerrera, en especial la de los griegos, romanos y más recientemente, los españoles en la conquista, nos viene la herencia del terror al sexo anal, a la sodomización o a ser penetrado por el culo. Este mismo pensamiento es y era compartido por varios pueblos quienes consideraban que hacían la mega metida por detrás cuando dominaban a otros. Quien ganaba la batalla era el gran sodomizador, el macho derecho, el ponedor y todas esas ridiculeces que muchos hombres sin autoestima creen que les determina como poderosos.

Esto se ve reflejado claramente en algunos pasajes de El laberinto de la soledad, de Octavio Paz, quien nos explica por qué el verbo “chingar” es la más alta ofensa hacia un mexicano, y más si ese verbo se ejecutaba en el agujero de atrás. Al ser mancillado nuestro “nomeniegues” es cuando más arruinados estamos, peor aun tratándose de varones bugas o heterosexuales (al menos en el membrete…), quienes cuidan su entrada de servicio más que a nada en el mundo.

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1 – El primer mito del sexo anal es quizás la idea errónea de que a todos los gays les encanta lo cual es inexacto. Tod@s los seres humanos poseemos un orificio anal diseñado por la madre naturaleza para emitir execrencias, es flexible pero no tanto: nuestros desechos se amoldan a la salida. Pero un objeto o falo para introducir por ese agujero no es tan benévolo, por lo tanto la banda homosexual también batalla y necesita lubricar artificialmente, porque éste sitio no posee la capacidad de hacerlo por sí mismo. Entonces algunos gays reciben el sexo anal con mucho sacrificio, o harto lubricante o simplemente optan por ser activos.

2 – El segundo mito es sobre el dolor. No a todas las personas les duele y sí existen algun@s que pueden soportar cómodamente la penetración. Me han contado personas, sorprendidas en demasía, que la primera vez que realizaron el sexo anal, el falo o el pene se fue como agua y ni gestos le hicieron. Puede suceder.

3 – El tercer mito radica en la dominación y en la conversión de hombre heterosexual a gay si incurre en esta práctica. El hecho de que uno penetre a otro no quiere decir que sean homosexuales las personas que lo ejecutan, a menos que ésa sea su verdadera preferencia u orientación sexual. Ni el que da ni el que recibe. Es muy común que un varón hetero se sienta muy machín porque doblegó a otro penetrándolo por el culo.

4 – El cuarto mito es: el que fornica a todos por detrás no es el macho alfa. Es sólo un señor que disfruta con orificios no tan usados, ergo, más apretados y si esto le sirve para erigirse falsariamente como líder de “la manada” porque ya los dominó a todos, es sólo una muestra de que “sea hoyo aunque sea de pollo”, es su consigna.

5 – El quinto mito sobre el sexo anal, es que sólo es para personas depravadas, lo cual es erróneo también, porque desde tiempos antiguos los hombres “se hacían hombres” practicando en el hoyo de sus amigos varones. Varios hoyuelos después ya se sentían listos para hacerlo con mujeres…o le seguían con los compas, pero eso es otra historia.

6 – El sexto mito es el del salivazo. No es idóneo para la penetración anal, ni para ninguna otra. Así como tampoco es suficiente un condón lubricado.

7 – Lo cual nos lleva al séptimo mito: no todos los condones son para la zona del culo: se requieren los reforzados, en especial para las personas demasiado estrechas y apretadas.

 

8 – El octavo mito es el del culo como salvaguarda de la virginidad vaginal. Quien quiera usar la zona anal como un “por mientras” ya tiene serios problemas, porque terminará con un desvencijamiento innecesario. Sus prejuicios ridículos sobre ser virgen por adelante, le orillarán a un rozamiento permanente y nocivo por detrás, así como infecciones, descontrol de esfínteres y desgarre muscular si se engolosina con esta práctica sin precauciones.

9 – El noveno mito es que el sexo anal no les gusta a las mujeres. Aunque no tengamos las terminaciones nerviosas de los hombres ni próstata qué masajear, no quiere decir que las damas no gusten de la vista al culo.

10 – El décimo mito sobre el sexo anal y el más tonto quizás, es que se dice que quien folla por el ano va a contraer el VIH-sida, lo cual puede suceder si se realiza sin condón, sin lubricante y con una persona infectada, como pasaría igualmente en un coito vaginal.

Fuente: EneHache

Autor: crestrepo

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