Los gays y los casados

“En el reino de la infidelidad no se juzga sino se aprende” Mamá Isabel

Diré que los baños de pureza sólo en las iglesias puesto que en la realidad se destapan muchas cosas socialmente cuando se devela algún tabú. Me preguntaban en una conferencia sobre la familia, mi opinión sobre la infidelidad, eso lo plantearé en la siguiente columna, pero ahora hablaré un tipo de infidelidad común.

¿Los solteros gays, lesbianas y trans pueden andar con casados? Es obvio que al igual que los heterosexuales pueden mantener relaciones ajenas al matrimonio, siendo ellos los amantes o el individuo que engaña.

Pueden existir miles de razones para “justificar” el acto, sin embargo, el hecho está presente.

Y me gusta relatar esta historia para aquellos detractores empedernidos.

Existía hace varios siglos un rey al que un profeta quiso hablarle:

-“Había dos hombres en un pueblo, uno era inmensamente rico y tenía cuantiosas cabezas de ganado, el otro era pobre, sólo tenía una oveja a la que cuidaba, alimentaba y protegía mucho, siendo muy feliz con su única compañía, pues amaba a su única ovejita; un día el hombre rico vio a la ovejita y la deseo para sí, pudiendo comprar otra en vez de violentarse por el deseo, no lo hizo así, le arrebató la oveja al hombre pobre e incluso lo intentó matar”

-¿Qué opina el rey sobre el rico?

-¡Qué merece morir por causa tan injusta!

-Pues así mismo has hecho tú, pudiendo tener cuanta mujer soltera que desearas de las miles del reino, haz arrebatado la mujer de uno de tus lacayos.

De igual manera, el estar en una relación extramarital en la que se están dando migajas de lo que pudiendo ser una relación fructífera entre dos libres solteros, no, tenemos un juego que lo único que trae es más vacíos y no soluciones emocionales, termina desgastando a las 3 partes, el esposo, la pareja y el amante.

Un amante desea el puesto de la pareja y vive insatisfecho en el fondo, que al suplir a la pareja en turno, vivirá inseguro de que llegue otro ahora a suplirlo a él; el engañador, recibe cariño de ambas partes pero no compensa el desequilibrio emocional al tratar de ocultar y mantener tiempo para las partes, más la situación personal que se complica, laboralmente el tiempo que no rinda, etc. Y el último, que es el engañado, al descubrir que ha sido reemplazado es posible que ataque a la pareja con algún tipo de violencia o actúe en base a su psique ya sea razonando y alejándose o entre en una batalla destructiva.

¿Vale la pena enredarse en juegos así? No, sencillamente el hecho está en que somos millones de personas, miles de solteros en los cuales uno puede encontrar una calidad sentimental y no esperar migajas emocionales.

Si el casado o casada ya no está a gusto, pues que lo trate de solucionar o divórciese, el soltero busque una relación equitativa, el divorciado diviértase y que se conozca, ¿Para qué buscarnos más problemas siendo la vida tan corta?
Fuente: EneHache

Autor: crestrepo

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