“Maricón” y otros insultos prohibidos en México
¿A quién de nosotros no le han recitado alguna vez un “maricón”? ¿Recuerdas cómo se siente? Pues bien, al menos en México, quien utilice este y otros insultos que denigran nuestra sexualidad en un medio de comunicación se expondrá desde ahora a un juicio por daño moral.
A partir de un fallo de la Suprema Corte de Justicia de México, palabras como “maricón” y “puñal” [jerga local para referirse a los hombres homosexuales] se transformaron en expresiones oficialmente reconocidas como ofensivas y homofóbicas, que violan los derechos fundamentales.
La mayoría de los ministros del tribunal estableció que esas palabras no están protegidas por el derecho a la libertad de expresión, y quienes las usen en medios de comunicación podrán ser sancionados legalmente mediante un juicio por daño moral, que se castiga con el pago de fuertes indemnizaciones a los afectados.
“Las manifestaciones homofóbicas son una categoría de discursos del odio, los cuales se identifican por provocar o fomentar el rechazo hacia un grupo social”, indicaron los ministros de la Corte.
Sigue el salto para conocer los antecedentes del caso que derivó en esta importante reparación de los derechos de nuestra comunidad. ¡Déjanos un comentario con tu opinión!
– Leandro
Fuentes: BBC Mundo; SentidoG
El caso Núñez-Prida
El caso que llegó a la máxima instancia judicial se inició en el estado de Puebla, en 2010, cuando Enrique Núñez Quiroz, periodista de un diario llamado Intolerancia, utilizó los términos “maricón” y “puñal” para insultar a Armando Prida Huerta, dueño del diario Síntesis.
Prida inició una demanda, y en un primer momento un tribunal estatal decidió que Núñez debía indemnizarlo. Pero Núñez recurrió y otro tribunal que lo exculpó, porque consideró que, si bien los términos usados por el columnista de Intolerancia podían ser “molestos”, no dañaban tanto el honor del otro, “máxime en un debate periodístico”, resaltaba el fallo.
Finalmente, la Suprema Corte juzgó que los insultos en cuestión son “expresiones ofensivas, impertinentes e innecesarias para dirimir una disputa periodística”, derivando en el fallo que prohíbe los insultos homofóbicos en los medios mexicanos.