5 grandes errores al rasurarte
¿Sufres de irritación en la piel del rostro? ¿Constantemente se te entierran los pelos de la barba o te salen granos? En realidad no es un problema de la piel, sino de la manera en cómo te afeitas. El doctor Javier Ruiz, dermatólogo de la Clínica Dermédica de la Ciudad de México, te da las claves para corregirlos y tener una piel sana todos los días.
1. AFEITARTE EN SECO
Consecuencias: Sarpullido
Corrígelo: Para prevenir la aparición de esta erosión cutánea que aparece después de afeitarse y dura alrededor de dos días, JAMÁS te rasures sin haber humedecido previamente la piel del rostro. Antes de hacerlo, trata de utilizar vapor o agua caliente para que ayudes a abrir los poros. Este proceso es una forma eficaz de destapar los poros y reducir los vellos encarnados. Además, cuando la pases sobre la cara, no presiones con tanta fuerza la navaja y asegúrate que estén bien afiladas.
2. NO DEDICARLE SUFICIENTE TIEMPO
Consecuencias: Vellos encarnados (seudofoliculitis)
Corrígelo: Aunque los pelos enterrados son principalmente un efecto derivado de una navaja defectuosa, el problema es más profundo. Los vellos encarnados comienzan a aparecer como consecuencia de una irritación frecuente tras el afeitado. Todo comienza cuando te rasuras muy deprisa sin preparar la piel y como consecuencia la lesionas.
Luego el folículo se inflama porque el pelo no sale al exterior y continúa creciendo por dentro. En casos extremos, las pústulas asemejan el acné y pueden desarrollarlo. La solución en exfoliar ligeramente tu piel antes del afeitado con productos que contengan ácido salicílico y no pasar la cuchilla de forma apresurada, sino lentamente por cada parte donde crece la barba.
3. NO UTILIZAR ESPUMA O GEL PARA RASURAR
Consecuencias: Rasurada difícil/irritación
Corrígelo: Aunque el agua es el principal suavizador del pelo facial, se evapora muy rápido sobre el vello y la piel, por lo que este regresa a su rigidez de manera apresurada. Cuando aplicas espuma o gel para afeitar se genera una capa protectora que previene la evaporación del agua y mantiene el la barba suave durante toda afeitada. Además, las características lubricantes de esos productos reducen la fricción entre la navaja y la piel, generando una afeitada más suave.
4. NO DEJAR LAS ÁREAS DIFÍCILES AL FINAL
Consecencias: Mala rasurada/cortes en la piel
Corrígelo: Es un hecho que no podemos llegar a todas partes con la máquina de afeitar. Hay lugares llamados “puntos ciegos” donde cuesta mucho afeitarse, como debajo de la nariz o alrededor de la boca. Por ello, déjalos para el final. Primero recorta las mejillas, los lados de la cara y el cuello. Los vellos más gruesos crecen alrededor de los labios. Esas partes deben ser dejadas para el final ya que al permanecer cubiertas por la crema por más tiempo suavizará más los vellos del área.
5. Usar máquinas sucias
Consecuencias: Infecciones e irritación
Corrígelo: La mayoría de las erupciones y enrojecimientos que aparecen tras la rasurada, cerca de 60 por ciento surgen como consecuencia del empleo de hojas de afeitar contaminadas o toallas sucias. Si lo haces, estás en riesgo de desarrollar una infección y requerir la administración de antibióticos. Procura siempre tener una hoja libre de bacterias (desinféctala) y una toalla bien lavada.
Fuente: Anodis