Los gays follamos mucho. Demasiado incluso. Otra cosa es que tengamos sexo con los chicos que más nos gustan. Eso ya de pende de lo que podamos ofrecer y aquí tienes diez cosas que, con un poco de humor, ironía y autocrítica, todos sabemos que funcionan para mojar más. O al menos eso me han contado…
1. Tener una buena polla.
El mundo gay es tremendamente falocéntrico y tener un buen rabo, verga, pene, llámalo como quieras, ayuda muchísimo a conquistar culitos tiernos deseosos de ser penetrados. Si un tío se te hace el difícil mientras le mensajeas, pásale foto de polla y verás cómo se le quitan las tonterías y se apresura a quedar.
2. Tener sitio y dinero.
Si te invito a cenar, te compro algún caprichito, te llevo en mi barco o te pago 200 $ pues claro, es más fácil conseguir encamarse con chulazos a los que, de otra forma, no tendrías acceso. La erótica del poder tiene su punto pero los billetes, y más en tiempos de crisis, hacen el resto. Y si además tienes un piso propio, la gente va a ir a darte amor como si no hubiera un mañana. Ya sabemos lo que nos gusta el rollo discreto en el universo gay. Aunque, en general, tener sitio suma siempre muchos puntos en todos los casos.
3. Un cuerpazo.
Quizás no eres muy agraciado de cara, te has engordado unos quilos o te quedaste excesivamente delgado… pues estás condenado. Pégate unas buenas dosis de gym y aunque de cuello para arriba parezcas una máscara tribal poseída por el demonio, unos buenos pectorales, bíceps y abdominales despertarán las ansias nocturnas de los más desesperados. Especialistas en perfiles descabezados.
4. Tener coche o moto.
Tener sexo sobre ruedas siempre es un plus de morbo y poder ir a lugar recónditos a probarlo más aún. También la comodidad de que te pasen a recoger, la intimidad de un coche, la aventura de ir en moto… suma y mucho. Aunque luego no tengas ni para comer, si tienes vehículo propio, caen con más facilidad.
5. Un buen culazo.
Si dios y el extensor de penes no hicieron bien su trabajo y tu medida es más bien la de un colín pues usa tu culón. Siempre con condón. Tener un trasero trabajado, duro y apetecible hace levantar los ánimos de los empotradores más ávidos de agujeros prietos. Incluso aunque tengas la tan temida pluma. A la hora de empotrar, cuanto más tragones, más les pones.
6. Tener barba y tatuajes.
El universo hipster se creó básicamente para justificar la dejadez personal y follar más con esa excusa. Bien de pelo y tatuajes harán que tu estilo personal alternativo tenga más morbo y actitud, enervando así los falos más indies de los chicos de tu ciudad. Vamos, que te follarás a todos los hippies. Pero dúchalos primero.
7. Una sonrisa bonita y el olor corporal.
Cuidarse los dientes y, en general, la higiene personal ayudan mucho a despertar el deseo de la mayoría del público gay. Aunque a priori hay más chicos que se comerían un pastel que una mierda también hay muchos a los que les gustan más dejados y los olores fuertes. Eso es así. Así que si ves que el olor de tus axilas atrae a los machos como las moscas a la miel, tenlo claro: pestazo será igual a polvazo.
8. Juventud.
Sí amigos, no sé dentro de unos años, pero ahora mismo el rollo twink, los yogurines, los jovenzuelos, los niñatos… están que lo petan. Esos chicos inocentes, delgaditos, de apariencia inocente, encienden la mecha de los hombretones. Y ahora que todo el mundo va al gym y muchos de ellos están bien fibraditos, hacen que tengamos más ganas de llenarlos de amor.
9. Ser famoso.
Salir en la tele, en la prensa o simplemente con tener muchos seguidores en Instagram, conseguiremos despertar el fenómeno fan de algunos incautos que arderán en deseos por que los amemos cuando solo querremos penetrarlos. Así que si estás al otro lado, no te fíes, ese chico tan popular no quiere tu corazón, solo copular. Esa es la realidad.
10. Parecer un empotrador hetero.
Aunque luego hay gente para todo y los chicos afeminados también triunfan (sobre todo los jóvenes pasivos de nalgas apretadas y… ya, paro), así de primeras un tipo con actitud viril, masculino y con pinta de destrozarte a pollazos reúne las características básicas más deseadas por el gran público mariconcil. Ya en su día te explicamos qué debía tener un empotrador hetero que se precie pero por si te lo perdiste te lo resumo: ser grande, barba, pelo corto y actitud ruda.
Si tenéis alguna táctica más para ligar, ya sabéis, dejadla en los comentarios. Que con este post no dudo en absoluto que vais a tener muchas ganas de comentar.