Lo revela un estudio.
A las relaciones homosexuales la sociedad siempre las ha tildado de promiscuas, y parece que pueden estar en lo cierto.
Muchos ven la monogamia como el ideal para forjar un futuro en pareja y poder realizarse como persona, pero un estudio basado en los conceptos de las fantasías sexuales entre hombres homosexuales deja ver que una gran mayoría de relaciones gais no aceptan lo monógamo entre sus vidas.
La investigación realizada por David Ley, Justin Lehmiller y el escritor y activista Dan Savage descubrió que los “cuernos consentidos” o cuckolding, o más específicamente, que un hombre vea a su novio o esposo participando en actividades sexuales con otra persona para que le genere excitación, es una fantasía que muchos ya la viven con frecuencia.
Según el informe, los “cuernos consentidos” por ambos hombres en una relación viene en aumento y va ganando terreno.
David Ley ha concluido que esta fantasía ha existido toda la vida entre personas que se han casado, incluso, desde que una pareja son novios, sin embargo, ahora está tomando fuerza porque las personas al ser más liberales con sus pensamientos, no se abstienen a decir lo que quieren para sus vidas, y en cuestiones de sexualidad, la idea de ver a su compañero teniendo sexo con otro hombre es más frecuente.
Por su parte Justin Lehmiller dijo: “Para los hombres homosexuales, el cuckolding no es tan tabú porque la norma de la monogamia para toda la vida no es tan fuerte en la comunidad Lgbt”.
En el próximo libro a lanzar, Lehmiller plantea que el 58% de los hombres y un tercio de las mujeres han fantaseado con los cuernos. Puntualizando que este es un deseo sexual que satisface en una persona necesidades como la novedad, el voyerismo, dejar de ver el sexo omo tabú, u otros deseos sexuales.
Además, señala que los hombres somos más propensos a fantasear que nuestras parejas tienen sexo con otras personas, y que esta actividad sexual se viene popularizando con mucha fuerza.
Mientras que Dan Savage dijo que había recibido cartas de parejas heterosexuales expresando el interés en los cuernos, al mismo tiempo expresó que desde que se legalizó la igualdad en el matrimonio, una gran parte de las parejas homosexuales empezaron a mostrar esta necesidad.
Para Savage es muy diferente ser el cornudo que sabe que su pareja está teniendo sexo con otra persona a escondidas, a ser una persona que siente la necesidad de ser un cornudo, ver a su pareja tener relaciones sexuales con alguien diferente a él, haciendo que esta actividad genere placer en personal.
Créditos: MEN