Cuando se conocieron todo era color de rosa, se prometieron luchar juntos por todo aquello bonito que había surgido sin importar los obstáculos que les pondría la vida. Incluso, ambos prometieron que no tendrían problemas con el rol que desempeñarían en la cama, dado que ambos eran versátiles, pero uno de ellos más activo y era el caso contrario, estipulando que el versátil más pasivo sería el chico pasivo de la relación y el otro solo sería el activo.
Decisiones que se tomaron al inicio de la relación, creyendo que así sería el resto de la vida. Pero tres años después todo cambió y el que se comprometió ser activo está ahora queriendo cambiar su rol, no obstante, el otro chico no desea cambiar de su lado en la cama porque ve a su pareja y no siente ganas de “dentro de su novio” al decir que ya es tan sumiso y su pareja tan dominante que no funcionaría el cambio de roles.
Todo esto generó disgustos, desencantos, discusiones las cuales los llevó a un punto tan frágil donde solo les quedaba romper o seguir aguantando.
Debido a la situación tan disparatada el hombre que juró ser activo y ahora está arrepentido hace una reflexión de sus sentimientos hacía su novio de tres años, afirmando que la relación ha sido una maravilla donde el respecto, la tolerancia, la amistad, el buen conversar y todo lo que rodea el bienestar personal de cada uno de ellos ha sido completamente hermoso, pero las relaciones sexuales forman un gran porcentaje en el núcleo de la relación, y no ésta ya no es satisfactoria para él.
Jura que nunca le ha sido infiel, pero desde hace un tiempo en su mente le ronda la idea de dejar salir su lado pasivo con otro hombre, sencillamente porque el deseo lo llama. Sin embargo, antes de ir a buscar un tercero le habló a su pareja, pero él no da su brazo a torcer porque no siente las ganas de cambiar el rol.
Después de meses sin tener contacto sexual y de no llegar a un acuerdo el hombre que ya no quiere ser activo tomó la decisión de romper la relación.
Con el argumento de no estar conforme con sus deseos y gustos en una relación donde no puede ser el mismo, optó por conversar y poner punto final a tres años de una bella relación.
He aquí donde uno se pregunta, ¿hasta qué punto es primordial el sexo en una relación? Además, cabe resaltar ¿cuál es el porcentaje que juegan las relaciones sexuales en la vida de una pareja homosexual? Porque se dice que cuando el sexo es bueno en una pareja este pasa a un segundo plano, sin embargo, al tratarse de lo opuesto el sexo puede llegar a ser un factor importante para el futuro de la relación.
Créditos: Men Magazine Gay