Consejos para salir del closet (PARTE 1)
Salir del closet ante familiares y amigos es probablemente una de las decisiones más importantes en la vida de todo gay. A mí personalmente me costó mucho trabajo y reconozco ir apenas a mitad del camino, pues ya enteré a mis hermanos y espero ir pronto por mis padres y abuelos.
Respecto a este tema se pueden dar dos noticias: una buena y una mala. La buena es que PUEDE HACERSE y que es menos traumático de lo que nos imaginamos. La noticia casi siempre (si se sabe dar en el momento adecuado y no en pleno velorio de la abuela) genera en los otros un silencio incómodo que luego se rompe con preguntas clásicas como: ¿Estás seguro?… ¿No será que es una etapa?… ¿En qué te fallamos?… etc, pero luego de un corto tiempo, al ver que sigues siendo el mismo de siempre, sólo que más feliz, la familia termina por pasar la hoja y aceptarte como eres.
En mi caso, las preguntas anteriores vinieron después de una frase inesperada, que reconozco me puso algo mal: … “Ya sabíamos”… L patético…
La mala noticia con el tema de la salida del closet, es que es un proceso que no tiene fin. Siempre tendremos que lidiar con el tema de ir asumiéndonos ante los demás. La familia es el primer paso, el más importante… pero no es el único. Después de ella, seguirá toda la gente que nos rodea: Amigos, gente del trabajo, vecinos, el maldito portero del edificio que hace sonar el citófono para decir en tono burlesco: Ahí sube otro tipo del ‘manjunt’, etc.
Seguramente todos hemos sufrido en algún momento esa angustia no siempre justificada de tener que dar cuenta de lo que somos. Obviamente la idea no es esa, pero necesariamente en una sociedad como la que vivimos, siempre será importante asumirnos como realmente somos si queremos lograr el respeto de los demás. Por eso quiero compartir hoy unos tips que considero de sentido común, para todos aquellos que estén listos para salir del closet. Comencemos entonces con el…
– Jorge
Sigue el salto para ver los consejos:
Tip No 1. No hacer una catástrofe del asunto.
Como no puedes saber la reacción que va a tener la gente cuando les digas: Honey! I’m re gay!, no te predispongas a la lucha o al festejo hasta tanto veas cómo lo asume el otro. Si a ti te tomó algún tiempo asumirte, deja que tu familia se tome también unos minutos. La clave es contarles todo pausadamente y sin detalles que de entrada pudieran ser algo duros de digerir.
Tip No 2. Realiza una prueba.
Prepara una situación relativamente ‘manejable’ que te sirva para ensayar tus futuras salidas del closet. Por ejemplo, una buena forma es asumirte gay ante tu mejor amigo o amiga del colegio que aún no lo sabe. Observa su reacción. Si se muestra receptivo y con ganas de saber más, continúa. Si se muestra esquivo o trata de evitar la situación, tal vez merezca la pena intentar con otra persona (¡o incluso cambiar de amigos!).
Tip No 3. Observa las reacciones de los demás.
Si la gente reacciona de mala manera o simplemente no desea escuchar lo que estás contando, no continúes. Están en su derecho de no querer escuchar. Sobre todo, no te pongas a su nivel. Si gritan no grites, si se alteran, tu no hagas lo mismo. Gritar no es una buena manera de mantener la mente clara y firme, que es precisamente lo que necesitas en un momento así.
Tip No. 4. Quien va primero, ¿Familia o amigos?
Es una decisión personal. Hay quien ha empezado por su mejor amigo porque consideran que una amistad no tiene valor si no es del todo sincera. Pero también conozco a gente que empezó por su familia, pues consideran honesto enterar primero a aquellos que les dieron la vida. (Además es muy feo que los padres terminen enterándose por boca de otros).
Tip No 5. ¿Cómo poner el tema en la conversación?
Mmmm… Esta parte es un poquito difícil. Algunos planean toda una conversación que termina aterrizando en el tema mientras otros prefieren hacerlo de manera informal empezando con una frase tipo: “Tenemos que hablar de algo importante”… pero en general, la mayoría de las veces el tema surge espontáneamente.
En mi caso yo se lo conté a mi hermana mientras veíamos juntos un programa de tv tipo Laura en América… bueno está bien, era de hecho el programa de Laura en América y estaban presentando a un hombre que era infiel y cuando la doctora Laura dijo: Que pase el amante!! Y quien entró al set fue otro hombre, mi hermana de inmediato exclamo: Par de maricas! Y yo le pedí que no fuera tan brusca al juzgar a la gente. Ella me miró enseguida y dijo: “Y a ti eso que te importa, tú no eres marica, o si?” … El silencio de la respuesta actuó como la chispa que encendió una conversación difícil, pero muy fructífera.
Espera más consejos sobre el tema en nuestra próxima entrada…