Monogamia y conductas de alto riesgo
Aquellos que consideran que la monogamia puede ser un seguro efectivo contra las enfermedades de transmisión sexual, están en lo cierto, pero siempre y cuando logren cumplir con una condición fundamental: la fidelidad de ambos miembros de la pareja.
En caso contrario, el acuerdo monogámico es totalmente inútil y hasta es recomendable, en términos de salud, conversar con sus parejas sobre mutar a una relación más abierta, siempre teniendo presentes las mejores prácticas de sexo seguro.
Por lo menos, esa fue la principal conclusión de un estudio realizado por el departamento de Psicología de la Universidad de Michigan y que fuera publicado a fines de marzo en Journal of Sexual Medicine.
Los investigadores analizaron las respuestas de 1.647 entrevistados, de los cuales 801 mantenían relaciones sexuales con otras personas, fuera de sus parejas. Entre estos últimos, 493 describieron su relación de pareja como abierta, es decir, no monogámica. En tanto que los 308 restantes describieron su relación como monogámica y reconocieron, por ende, haber sido infieles.
Sin embargo, lo más relevante de este estudio es que en el grupo de “infieles” el uso del preservativo fue una práctica mucho menos frecuente que en el grupo de las relaciones abiertas. Concretamente, los infieles lo utilizaron entre un 27% y un 35% menos, dependiendo de si se trataba de una penetración vaginal o anal, respectivamente. Además, el grupo de los infieles resultó haber consumido un 64% más de drogas y alcohol.
El Dr. Terri D. Conley, líder de esta investigación, ha declarado: “La monogamia puede ser un método eficaz para prevenir la propagación de enfermedades de transmisión sexual, pero solo en las parejas que se han testeado con resultados negativos al inicio de la relación, y que además permanecen fieles durante el tiempo que estén juntos. Si la gente no se encuentra realmente a gusto con la monogamia, es obvio que necesitan pensar en el riesgo que esto supone para sus parejas y considerar una relación abierta, que se adapte mejor a sus necesidades”.
¿Qué opinan ustedes? ¿Intentarían una relación abierta para preservar su salud y la de su pareja?
Fuente: SentidoG